viernes, 9 de marzo de 2012

Pongamos que hablo de justicia

Pongamos que hablo de justicia y que una mujer deja a su marido y a sus hijos. Normalmente el hombre tiene un trabajo en el que gana un sueldo que se ajusta a la media. Según las leyes de este país, el hombre se queda: primero sin mujer y después sin casa y sin hijos porque la custodia automáticamente es para ella y además, debe pasarle la manutención de los hijos (200 euros por hijo), pagar la casa donde vive la, ahora ya, ex-mujer y los hijos e INTENTAR SOBREVIVIR, porque lo poco que le queda de su sueldo apenas le llega para alimentarse y pagar una casa. Y a partir de ahora - palabras de la ex-mujer – “a los hijos los verás cuando Yo diga”

Pongamos que hablo de justicia y que en la chica desaparecida Marta del Castillo, está muerta porque unos niñatos la han matado. Niñatos que se han dedicado a reírse de todo el mundo y mandar a la policía de un lado para otro sabiendo que Marta no estaba en ninguno de esos sitios.  Son unos criminales reconocido por ellos mismos. Pero la “justicia” decide que tampoco lo son tanto…  

Pongamos que hablo de justicia y, en relación a lo de antes, de la ley de menores. Por esta ley el menor puede hacer CUALQUIER cosa sin reprimenda alguna. Exactamente eso, cualquier cosa. Ya he puedo un claro ejemplo. Y como padre, haga lo que haga tu hijo, ni le levantes la mano, que te quedas sin él. Mi opinión de la ley de menores es muy sencilla: La han aprobado unos chorizos que quieren hacer más chorizos aún.

Pongamos que hablo de justicia y los políticos apoyan una ley a favor de la SGAE. Esta organización quiere que paguemos un canon por cada CDs que compremos o DVDs, POR SI ACASO se usa para piratería, en definitiva, para evitar robar los derechos de autor. Al poco tiempo se acusa a altos directivos de la SGAE de evasión de capital. La conclusión que yo saco es que “cree el ladrón que todos son de su condición” 

Pongamos que hablo de justicia y la verdad no tiendo, por más que lo pienso, cómo es posible que haya familias enteras que se queden en la calle porque NO PUEDEN pagar sus hipotecas y el banco los eche a la calle, sabiendo que este banco tiene cientos de pisos vacíos. Y encima, si no entiendo mal, la situación es la siguiente:
Pedro no puede pagar su hipoteca porque no tiene trabajo y si paga esa hipoteca no puede comer ni él ni su familia. Entonces, Pedro decide dar de comer a sus hijos, sabiendo que pronto su familia tendrá que abandonar la casa que tantos años lleva pagando. Sin techo para sus hijos. Pero Pedro, con el dinero de sus impuestos que ha estado pagando al Estado, éste lo va a usar para rescatar bancos. Bancos en los que la mayoría de sus directivos habrán dimitido pero con sus bolsillos llenos de dinero.  Banco que, si no entiendo mal, Pedro está pagando de forma indirecta para que salga a flote. Y yo me pregunto: ¿y encima ese banco tiene las narices de echar a Pedro de su casa? La palabra es INDIGNANTE


Siento un profundo rechazo ante la justicia española. No creo en ella, porque en mi opinión está hecha, no para proteger a la víctima, si no para proteger al verdugo.

R.I.P. por mi creencia en la justicia.